Diputado Adolfo Orive Bellinger |
Desde hace 28
años, la gran mayoría de las reformas constitucionales e iniciativas de
Ley impulsadas por la alianza PRI-PAN desde el Congreso de la Unión han
ido en detrimento de millones de mexicanos: entrega de la banca nacional
a la inversión privada extranjera; abandono del campo; cesión de la
explotación minera a grupos empresariales; entrega de la educación media
y superior al mercado; incremento de impuestos a trabajadores, micro,
pequeños y medianos empresarios, entre muchas otras.
Tomando en cuenta
lo anterior, no debe sorprender que estemos ante otro intento de las
bancadas mayoritarias por emitir una ley que lastime severamente al
tejido social y afecte libertades básicas consagradas en nuestra
Constitución. Pretextando la alarmante crisis de seguridad y ausencia
del Estado en muchas zonas del país, buscan facultar al titular del
Ejecutivo a fin que pueda solicitar la intervención de las fuerzas
armadas en contra de “movimientos o conflictos de carácter político,
electoral, de índole social o del trabajo”, cuando considere que
“constituyan un desafío o amenaza”.
Tan lesiva
propuesta deja al arbitrio del grupo en el poder, y más grave aún, de
una sola persona, determinar si un hecho específico representa una
amenaza o desafía la seguridad interna, disponiendo en consecuencia del
ejército y otros cuerpos responsables de la seguridad nacional.
Ante este
panorama tan adverso, he de insistir en la necesidad de generar la
asociación consciente de los mexicanos, que los millones y millones de
personas afectadas por esta voracidad en el ejercicio del poder se
organicen, nos organicemos. Informando de manera personal, por las redes
sociales, o correo electrónico a cada vez más personas, éstas podrán
formar un mejor juicio respecto al acontecer nacional y no necesitaremos
intermediarios que responden a intereses distintos a los de la mayoría.
Que seamos ciudadanos haciéndonos de los espacios públicos virtuales.
La realidad
establece que de poco sirve quejarse y, contrario a lo que muchos
piensan, nuestra labor como agentes de cambio desde la izquierda debe ir
más allá de evidenciar el fracaso y ausencia del Estado.
Nunca antes en la
historia de nuestra nación tantos mexicanos habían protestado en las
calles, por eso es importante empoderar a esos millones. Es vital para
el futuro inmediato que cobren vida orgánica y participen activamente en
las decisiones y políticas públicas del gobierno. Es casi un
despropósito optar por la vía cómoda del señalamiento sin tomar acción.
Hoy, somos
testigos de otra arremetida por parte de PRI y el PAN por derruir los
derechos humanos y continuar con la política de sembrar terror entre la
población. Eso pasaba hace muchos años y dimos la batalla en muchos
frentes. Las circunstancias cambiaron y ahora somos, insisto, millones
los que, de organizarnos y construir desde abajo, entre todos, poder
popular podremos evitar ser objeto de esta clase de intentos por
totalizar el Estado. Tenemos ante nosotros el enorme reto de brindar a
nuestra sociedad el carácter democrático en todo el sentido de la
palabra, es decir, que se ejerza el poder del pueblo.
Adolfo Orive
Coordinador GPPT
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