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martes, 31 de mayo de 2011

García Luna: condecorando la ignominia POR: LAURA ITZEL CASTILLO JUÁREZ

POR: LAURA ITZEL CASTILLO JUÁREZ

El pasado 19 de mayo, el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, recibió la Medalla Servicios Distinguidos, en categoría Excepcional, otorgada por la Policía Nacional de la República de Colombia, de manos del presidente de aquel país, Juan Manuel Santos, careciendo del permiso constitucional para ello.
Este acontecimiento no puede pasar desapercibido. En primer lugar, porque García Luna es uno de los responsables directos de la estrategia fallida de “combate” al narcotráfico, que ha dejado más de 40 mil muertos. En segundo lugar, porque la medalla le fue concedida a García Luna sin contar con el debido permiso del Congreso, tal como lo establece la Constitución en su fracción III, apartado C, artículo 37, que a la letra dice: “La ciudadanía mexicana se pierde por aceptar o usar condecoraciones extranjeras sin permiso del Congreso federal o de su Comisión Permanente”.
García Luna solicitó permiso para aceptar la medalla del gobierno colombiano apenas el 18 de mayo y la recibió al día siguiente, sin que el permiso hubiese sido concedido. Así, el funcionario pasó por alto el texto constitucional. Conforme a derecho, procede la pérdida de la ciudadanía mexicana de García Luna, según el artículo antes citado y, por consiguiente, de acuerdo con el artículo 91 constitucional, su remoción como titular de Seguridad Pública, pues nadie puede ser secretario del despacho si no es ciudadano mexicano.
En principio, el gobierno federal había reconocido que García Luna solicitó el permiso para aceptar la medalla y que aún faltaba recibir la afirmativa por parte del Congreso, por lo que se tendría la medalla “en custodia”. Sin embargo, las fotos publicadas en diversos diarios encarnan su propio desmentido, pues en ellas aparece un García Luna portando en su pecho orgullosamente la medalla.
Al argumento falaz de la “custodia” siguió la embestida de los legisladores del PRI y del PAN en la Permanente, quienes emplearon, una vez más, discursos tramposos, a los que recurren cada vez que buscan defender sus intereses y cuidarse las espaldas. Estos legisladores argumentaron, entre otras cosas, que García Luna no requería de la autorización del Congreso para aceptar la medalla pues no se trataba de una condecoración, sino de un reconocimiento, y que no se podía “agraviar” al pueblo hermano de Colombia rechazando la medalla o cuestionando su entrega.
En el colmo del cinismo, un legislador se atrevió a señalar que la labor de García Luna es aprobada por muchos mexicanos y que así lo han demostrado las muestras de apoyo de varias organizaciones sociales. Esta afirmación contrasta con la exigencia pública de la Marcha por la paz con justicia y dignidad, que demandó la renuncia de García Luna el pasado 8 de mayo.
En la reunión de la Comisión presenté la argumentación que demuestra la inconstitucionalidad de la premiación a García Luna y exigí su renuncia o, en caso de negativa, la promoción de un juicio político en su contra. Como siempre, se impusieron los intereses de los poderosos y todas estas propuestas fueron rechazadas. Por lo que, una vez más, los artífices del Estado policiaco que hoy vivimos en México han pasado por encima de la soberanía nacional y de la ley fundamental de este país.
Habrá que estar orgullosos pues, de la medalla otorgada a García Luna, ahora resulta que la ignominia también amerita condecoraciones.









martes, 17 de mayo de 2011

La raíz profunda del ciudadano

DIPUTADO DE ALDF: ADOLFO ORIVE BELLINGER.



Queremos penetrar hondo, hacia el interior del tema que se trata: de la ciudadanía; de sus raíces profundas.
Adolfo Orive


Hace décadas, Guillermo Bonfil Batalla —antropólogo mexicano— habló de un México profundo: de una civilización negada; de una crisis económica e intelectual; desempleo, desmotivación social y de los indígenas mesoamericanos. Ahora, el término que lo abarca todo es el de la ciudadanía profunda: una categoría socioeconómica, política y cultural negada por las instituciones que la ahogan y los sujetos que deciden desde esas instituciones.
Queremos penetrar hondo, hacia el interior del tema que se trata: de la ciudadanía; de sus raíces profundas, de lo que tiene grande en relación con la economía, con la política, con lo social y lo cultural. Queremos no detenernos en la superficie de la coyuntura periodística; pretendemos llegar a lo íntimo, a lo medular, a lo que se oculta a la simple vista. Porque un país que requiere de análisis no se puede tejer de nota en nota.
Desde hace más de dos mil años, los griegos nos enseñaron que ciudadano era aquel que se ocupaba con gusto de los asuntos públicos de su ciudad; ahora, su nación. Y asuntos públicos no solamente son aquellos que tienen que ver con lo político; porque lo público y lo político no son exclusividad del Estado, como pretende el pensamiento liberal ramplón. La economía también es asunto público, aunque la propiedad de las empresas sea privada: de su crecimiento depende la generación de empleo y el mejoramiento del nivel de vida de la gente. Por eso la economía es política; aunque los economistas y políticos neoliberales quieran blindar la economía de la política.
Lo social y cultural también son espacios públicos: la individualización extrema —promovida como valor por instituciones de educación privada y el duopolio televisivo— destruye el tejido social, las redes tradicionales de solidaridad y hasta la misma identidad nacional. Sólo con política y actividad pública los ciudadanos pueden revertir este proceso.  
Los problemas que aquejan profundamente a la ciudadanía tienen que ver, sí con el Estado, pero también con la economía, la educación, la cultura y todo lo que atañe al ser social que es un ciudadano. En México, desde hace más de tres décadas, se han construido instituciones para la democracia representativa, la economía de libre mercado, la educación privada, los medios de comunicación masiva e información, que día con día constriñen nuestro desarrollo como ciudadanos: empequeñecen nuestras participaciones, las silencian y hasta nos clientelizan y nos hacen apáticos.  Impiden, de hecho, que desarrollemos nuestras capacidades para ejercer una ciudadanía plena que nos permita ocuparnos de los asuntos públicos, para que realmente podamos ser sujetos de la historia.   
Veamos la política. Las reformas del sistema político electoral,  iniciadas en 1977 y concluidas en 1996, crearon instituciones que definen una democracia representativa, sustentada en un sistema competitivo de partidos. Lo hicieron con la concepción acuñada por los primeros liberales, los de la Inglaterra del siglo XVII, que seguros de sus capacidades sólo requerían las libertades llamadas negativas, es decir, que el Estado no interviniera en el ejercicio de sus capacidades. 
Los políticos mexicanos olvidaron que —dada nuestra historia— la inmensa mayoría de los ciudadanos de este país, no tenían las capacidades requeridas para ejercer su ciudadanía plena —alimentación, salud, educación e información suficientes, ni tampoco organización social autónoma— y, como resultado, tenemos ahora lo que Schumpeter llamó una competencia oligárquica de partidos. No tenemos una democracia, que quiere decir poder del pueblo. Tenemos una república oligárquica de partidos.   
En la economía llamada de libre mercado, la que rige nuestro país desde hace más de un cuarto de siglo, sucedió lo mismo. Los políticos y los grandes empresarios que se unieron para imponer el neoliberalismo, también supusieron que los centenares de miles de micro, pequeños y medianos empresarios —los que generaban 80% del empleo del país— tenían la capacidad innata de que,  una vez abiertas las fronteras a las mercancías y los capitales, podían salir airosos en la competencia global. El resultado ha sido su aniquilación y la reducción del mercado interno. Al margen de las grandes empresas nacionales y transnacionales, la existencia actual de centenares de miles de empresas consiste básicamente en su sobrevivencia a diferentes niveles de ingreso.  Escribir sobre  ciudadanía profunda, es también escribir sobre estos ciudadanos de la economía —emprendedores, técnicos y trabajadores—, a quienes las instituciones de los llamados mercados libres,  han reducido a su mínima expresión, dejando como únicos sujetos del destino económico de México a los muy pocos empresarios gigantes, es decir, a los dueños de los oligopolios de las diversas ramas de la economía. 
Y en lo social, las instituciones neoliberales —al privatizarse— están impidiendo que millones de jóvenes se puedan capacitar en una escuela o en el trabajo y, por lo tanto, se rompa el tejido social, la movilidad social y las expectativas sociales, dejándolos a disposición de la emigración y el crimen organizado; impidiendo, con todo esto, que puedan desarrollar plenamente su ciudadanía


miércoles, 11 de mayo de 2011

LA MUJER MADRE TRABAJADORA EN MÉXICO Y SUS DERECHOS LABORALES.











 




POR IVÓN TAPIA ORNELAS

En México, como en todas partes del mundo, las mujeres desempeñan múltiples roles en la sociedad: son madres, trabajadoras o empresarias, jefas de familia y amas de casa. Las mujeres trabajadoras dividen su tiempo en diversas tareas: en lo profesional, en el cuidado de los hijos, el hogar, etc. Así mismo y debido a las condiciones económicas de nuestro país en particular, se ha ido incrementando la inserción de muchas madres al campo laboral, desempeñando con esto de dos a tres jornadas de trabajo muy poco remunerables.
Su productividad y compromiso con las empresas, se incrementa cuando ellas encuentran esquemas laborales flexibles que les permiten combinar todas sus responsabilidades, tales esquema se simplifican a trabajos de medios tiempos muy mal redituados y con escasas o nulas prestaciones sociales
La compañía de investigaciones Regus, según la  OIT (Organismo Internacional de Trabajo), deduce que las compañías no quieren contratar a mujeres madres, demostrando esto la más amplia desigualdad de oportunidades en el mercado laboral de género.
Los mismos estudios anteriores revelan que los empleadores, temen que las madres trabajadoras no muestren compromiso y esto les reste responsabilidad y flexibilidad que otros empleados, la incertidumbre de que abandonen el puesto poco tiempo después de haberse capacitado para tener otro hijo o que por estar a cargo del crecimiento de los primeros años de los hijos ofrezcan conocimientos desactualizados.
La mujer ha jugado siempre roles específicos que los estereotipos de género le han impuesto: el ser madre, mujer, esposa, hermana, hija, etc. Siempre ha venido cargando con un lastre de obligaciones a tareas en el hogar y siempre es la cuidadora y responsable de hijos, mamás, papás, parientes, dependientes, etc., dejando atrás y en segundo término el rol de mujer trabajadora.
Es importante saber que es GÉNERO para comprender el siguiente artículo, ahondaré un poco más en la definición:
La utilización del término género se ha popularizado en los últimos años y por ello a pesar de las críticas que por diferentes razones rechazan la utilización del término. Entendemos por GÉNERO:
A un conjunto de ideas, creencias culturales, históricas, tradicionales, y sociales, que se construyen en cada cultura a través de la familia, la cual es el principal pilar educador, secundado por el entorno que nos rodea, y por las demás instituciones del Estado como la escuela principalmente, que es donde el niño tiene una formación importante. Esta construcción social toma como base las diferencias sexuales de cada individuo. Y la sexualidad o sexo son las diferencias biológicas entre hombres y mujeres.
El género condiciona nuestra forma de actuar, de pensar, de entender el mundo, de relacionarnos, del mismo desarrollo y la interacción en cada rol social que es impuesto bajo patrones sociales, culturales y psicológicos ya que son inculcados y totalmente introducidos tradicionalmente, es por tanto que impone que unas y otros podamos desarrollar nuestras capacidades. Aun que esta no es una sentencia, ya que estas imposiciones las podemos modificar con una diferente educación.
La construcción social del género, tradicionalmente ha considerado a las mujeres como seres inferiores, delimitando sus funciones a la reproducción y confinándolas al espacio privado. El espacio público estaba, y en parte sigue estando reservado a los hombres. Es necesario romper con la tradición y así mismo las imposiciones de los roles y estereotipos de género ya dictaminados, para que mujeres y hombres vivamos en condiciones de igualdad.
El Género es una construcción social está basada en la tradición, en la cultura y en la sociedad, es muy difícil de erradicar por que viene transmitiéndose de generación en generación y ha sido heredada a través de la educación, a través de la familia. ES POR TANTO QUE ES NUESTRA  OBLIGACION CAMBIARLA y mejorarla con INCLUSIÓN, IGUALDAD Y PARIDAD.
CAMBIAR NUESTRA EDUCACIÓN y consciencia, Y COMPARTIR LAS RESPONSABILIDADES, ES DECIR TENER CORRESPONSABILIDAD y respeto de la otredad.
No hay corresponsabilidad en los hogares, es decir una participación de todos los miembros de un hogar de las responsabilidades, esto tiene que ver sin duda con cargas culturales  arraigadas al patriarcado y por ende al estereotipo de género muy marcado todavía en nuestra sociedad. Es por ello que a las madres trabajadoras y madres solteras les es muy difícil insertarse en el campo laboral remunerado  al igual que un varón y a la permanencia de este.
Las mujeres muchas veces tienen que dejar sus proyectos de vida, si son profesionistas hacen a un lado su carrera y se estancan laboral y profesionalmente, teniendo que sujetarse a las decisiones del hombre a este fenómeno le llamamos CONDICIONANTES DE GÉNERO, ya que muchas veces la mujer es chantajeada emocionalmente para poder vivir una vida tranquila y sin problemas.
Los conceptos: Género y poder están directamente relacionados. El sistema patriarcal dejó a las mujeres sin poder, sin capacidad para decidir su propio destino. Relegó a la mujer únicamente al espacio doméstico, la privó de todo poder político y económico. La desigualdad de género es consecuencia del poder masculino que ha mantenido en una posición subordinada a las mujeres.
Es por esto que las mujeres de hoy debemos retomar lo que nos ha sido arrebatado durante muchos años, crear una conciencia de educación y empezar por nuestros propios hogares a poner limites y a educar con una diferencia concientizada a nuestros hijos de manera equitativa e igualitaria, dejando a un lado esos lastres ideáticos con tintes de exclusión y discriminación por el simple hecho de que “nosotras fuimos así educadas”. Lo más difícil sería moldear una relación de pareja,  reeducándose y respetando los espacios vitales de individualidad y dualidad.
Lo anterior sería en el ámbito privado, en el público nuestro empoderamiento deberá ser participativo, tomando decisiones, ejerciendo nuestros derechos en todos los ámbitos: social, cultural, político, económico y laboral. Tenemos que cambiar el contexto, las tradiciones arcaicas y retrogradas de nuestra mala educación. Es nuestro deber como mujeres prepararnos para que tenga éxito este Empoderamiento. Y es el deber de todos en conjunto estar abiertos y conscientes a un cambio de mentalidad acorde a nuestros tiempos e incluso sustentable.
La IV Conferencia Mundial sobre las Mujeres de Beijing consideró que para eliminar   las desigualdades entre hombres y mujeres era necesario lograr el empoderamiento de las mujeres. Es un empoderamiento que da a las mujeres poder para: tomar sus propias decisiones y a intervenir y actuar para cambiar la realidad.
La realidad es que el trabajo de las mujeres sigue siendo considerado secundario, máxime si el trabajo que desempeña es en el hogar, por que ni está reconocido en el ámbito privado, mucho menos en el público. Lo cierto es que debemos defender todos los logros obtenidos en cuanto a todos los trabajadores, esto viene a colación por lo de la pretendida Reforma Laboral, orquestada por el PRI y el PAN, la relación que tiene para la equidad e igualdad de género es nula, es un engaño para todo el pueblo mexicano. Lo que se está tratando de vender: al aseverar que se abrirán nuevas oportunidades para todos, incluyendo mujeres, jóvenes y grupos vulnerables.
El día 3 de mayo el secretario de trabajo y previsión social: el panista, Javier Lozano Alarcón, difundió a los jóvenes en del ITAM, que se crearán mejores climas de trabajo, con contratos a prueba, contratos por temporada, esporádicos; para que así haya oportunidades para todos.
Pero lo que no les mencionó fue que el clima laboral seria de incertidumbre e inestabilidad. No indicó que el patrón podría despedirlos sin una justificación previa, no aclaró que se iban a violar sus derechos laborales, entre otros.
Habló también de una mayor equidad de mujeres, respecto a los hombres, situación que dista mucho de darse si se logra aprobar esta aberrante reforma laboral o también conocida como ley Abascal o ley Lozano.
Estas pretendidas reformas son regresivas y retrogradas y de ninguna manera ayudarán a hombres ni a mujeres ya que…
1. Desaparece el derecho al aviso de despido para los trabajadores domésticos. Hay muchas trabajadoras domésticas.
2. Legitima las renuncias “en blanco” al modificar el artículo 53 de la LFT que en la vigente requiere de un acuerdo entre las partes.
3. Sobre el Outsourcing, sistema de contratación con enormes vacios legales, ya implementado desde hace muchos años, violando constantemente la misma ley federal de trabajo, la constitución política mexicana, los Derechos Humanos e incluso las Garantías Individuales, por que dese hace tiempo ya se firmaban contratos con renuncia integrada el mismo día de la contratación y nuestro gobierno haciendo caso omiso de estas irregularidades.
Ahora bien lo que busca esta pretendida reforma PRIANISTA es darle un marco legal a esta serie de arbitrariedades:

4. Legalizando las contrataciones ilícitas de terceristas que siempre ha hecho de las suyas, permitiendo que los patrones no asuman sus obliga­ciones laborales y lo hagan por ellos los contratistas, materializándole “fraudes legales” contra los trabajadores al suprimirse la responsabilidad solidaria en el artículo 13 de la ley federal del trabajo. Muy ad hot en los empleos de medios tiempos, donde la mujer trabajadora madre, es donde se inserta, debido a la posibilidad de sus horarios, en los famosos Call centers o también llamados telemarketings y que para nuestra sorpresa estos tipos de contrataciones se ejercen en el propio gobierno del D.F.
5. Esta ley es discriminatoria, arbitraria e indignante contra todos y desprotege muy visiblemente a las trabajadoras do­mesticas, porque en caso de despido el patrón no estaría obligado a entregar un aviso de resci­sión de contrato.

 6. El creciente desempleo permitirá mayor ex­plotación en el trabajo con los jóvenes, a las madres y madres solteras con  más bajos salarios e incremento en los accidentes de trabajo al no tomarse medidas legales para evitarlos; no se otorgan facultades a inspecto­res para cerrar centros de trabajo en caso de incumplimiento de normas de seguridad y se mantienen las ridículas sanciones de hasta 315 salarios mínimos en caso de incumplimiento.

7. La iniciativa de ley carece de perspectiva de género permitiendo se mantenga la inequidad, explota­ción y hostigamiento sexual contra las mujeres.

8. Sobre la seguridad socia, en la “tabla de enfermedades de trabajo” y la “tabla de valuación de incapacidades perma­nentes”, que hoy contemplan los artículos 513 y 514 de la ley federal del trabajo dejan estar incorporadas a ella para convertirlas en una clasificación meramente administrativa, dejado de ser derechos laborales básicos. Esto afectara a todos, pero muy directamente a la mujer antes y después del embarazo.

domingo, 8 de mayo de 2011

LEY DE SEGURIDAD NACIONAL

Diputado Adolfo Orive Bellinger

Desde hace 28 años, la gran mayoría de las reformas constitucionales e iniciativas de Ley impulsadas por la alianza PRI-PAN desde el Congreso de la Unión han ido en detrimento de millones de mexicanos: entrega de la banca nacional a la inversión privada extranjera; abandono del campo; cesión de la explotación minera a grupos empresariales; entrega de la educación media y superior al mercado; incremento de impuestos a trabajadores, micro, pequeños y medianos empresarios, entre muchas otras.  
Tomando en cuenta lo anterior, no debe sorprender que estemos ante otro intento de las bancadas mayoritarias por emitir una ley que lastime severamente al tejido social y afecte libertades básicas consagradas en nuestra Constitución. Pretextando la alarmante crisis de seguridad y ausencia del Estado en muchas zonas del país, buscan facultar al titular del Ejecutivo a fin que pueda solicitar la intervención de las fuerzas armadas en contra de “movimientos o conflictos de carácter político, electoral, de índole social o del trabajo”, cuando considere que “constituyan un desafío o amenaza”. 
Tan lesiva propuesta deja al arbitrio del grupo en el poder, y más grave aún, de una sola persona, determinar si un hecho específico representa una amenaza o desafía la seguridad interna, disponiendo en consecuencia del ejército y otros cuerpos responsables de la seguridad nacional. 
Ante este panorama tan adverso, he de insistir en la necesidad de generar la asociación consciente de los mexicanos, que los millones y millones de personas afectadas por esta voracidad en el ejercicio del poder se organicen, nos organicemos. Informando de manera personal, por las redes sociales, o correo electrónico a cada vez más personas, éstas podrán formar un mejor juicio respecto al acontecer nacional y no necesitaremos intermediarios que responden a intereses distintos a los de la mayoría. Que seamos ciudadanos haciéndonos de los espacios públicos virtuales.  
La realidad establece que de poco sirve quejarse y, contrario a lo que muchos piensan, nuestra labor como agentes de cambio desde la izquierda debe ir más allá de evidenciar el fracaso y ausencia del Estado.  
Nunca antes en la historia de nuestra nación tantos mexicanos habían protestado en las calles, por eso es importante empoderar a esos millones. Es vital para el futuro inmediato que cobren vida orgánica y participen activamente en las decisiones y políticas públicas del gobierno. Es casi un despropósito optar por la vía cómoda del señalamiento sin tomar acción.  
Hoy, somos testigos de otra arremetida por parte de PRI y el PAN por derruir los derechos humanos y continuar con la política de sembrar terror entre la población. Eso pasaba hace muchos años y dimos la batalla en muchos frentes. Las circunstancias cambiaron y ahora somos, insisto, millones los que, de organizarnos y construir desde abajo, entre todos, poder popular podremos evitar ser objeto de esta clase de intentos por totalizar el Estado. Tenemos ante nosotros el enorme reto de brindar a nuestra sociedad el carácter democrático en todo el sentido de la palabra, es decir, que se ejerza el poder del pueblo.

Adolfo Orive
Coordinador GPPT

EMPODERAMIENTO CIUDADANO

Diputado Adolfo Orive Bellinger






En días recientes, derivado de la intención en el Congreso de la Unión por someter a discusión y posible aprobación la llamada Reforma Política, surgió, gracias al decidido impulso de algunos intelectuales, el debate respecto a la conveniencia o no de las candidaturas independientes o “ciudadanas”.

Esta propuesta parece continuar, por contradictorio que parezca, con la intención de no empoderar a la ciudadanía. No existe algún viso por querer iniciar un verdadero proceso histórico de manera que la mayoría de los mexicanos tome en sus manos los espacios públicos y la resolución de sus problemáticas más urgentes.

Seguimos siendo una democracia representativa sustentada en un sistema competitivo de partidos, y poner a personas sin aparente filiación política a competir, no representa cambio alguno.

El anterior es un escenario propicio para continuar y profundizar la manipulación de los medios masivos de comunicación, de grupos hegemónicos y el clientelismo de algunos partidos; manipulación y clientelismo que bloquean el desarrollo de la democracia, pues la mercantilización de la política le da un peso brutal al acceso a recursos económicos, con los cuales deberá contar, y de manera importante, cualquier aspirante ciudadano.

Sin duda los partidos no sacarán las manos de las candidaturas independientes –ahí está el IFE como muestra—, pues cuentan con recursos públicos para respaldarlos. Por su parte, los medios de comunicación o grupos empresariales, podrán postular a sus propios representantes. Un punto más grave aún es abrir al narcotráfico la puerta de la legalidad para participar en las jornadas electorales. 

Al parecer, quedó  para mejor ocasión permitir a millones de mexicanos, cuyo nivel de vida no ha mejorado en casi tres décadas, participar directamente o mediante organizaciones sociales y cívicas de las que formen parte, en los asuntos públicos de sus respectivas comunidades, influyendo de manera importante en las decisiones que tomen sus representantes populares o gobernantes y el presupuesto que ejercen mediante una ley de participación ciudadana que empodere de manera real y efectiva a la gente.

La intención expresada por algunos personajes públicos respecto a intervenir en la política por fuera de los partidos, evidencia que aún conciben al poder político como un fin, y no como un medio para transformar la realidad.

Debemos insistir en la construcción de Poder Popular y organización ciudadana para ser contrapeso real de las administraciones y visiones continuistas así como del accionar tendencioso de los poderes fácticos, los cuales adquieren cada vez mayor influencia. 

Desde hace más de 30 años hemos construido un edificio de instituciones sin cimientos, sin participación ciudadana real. Por lo que me parece un despropósito insertar en ese edificio candidaturas con el adjetivo de “independientes” o “ciudadanas”, dejando de lado las  tremendas inequidades económicas, sociales y culturales manifiestas en nuestro país. De aprobarse la reforma, decenas de millones de ciudadanos formales seguirán únicamente marcando cruces en papeletas electorales.

Para que haya democracia –es decir, para que el pueblo tenga poder, que no es lo mismo que el pueblo elija gobierno— debemos promover, mediante una ingeniería dinámica institucional, una transformación social que genere decenas de millones de ciudadanos participativos, es decir, plenos y empoderados, incidiendo directamente en las decisiones públicas que le afectan mediante planeación y presupuesto participativos, algo que se está probando y está dando resultado en la capital del país.
Adolfo Orive

Coordinador GPPT-ALDF

http://www.sdpnoticias.com/columna/2468/Empoderamiento_ciudadano

jueves, 5 de mayo de 2011

A LAS MUJERES DE SAN SALVADOR ATENCO AL PUEBLO EN GENERAL:
















El Movimiento de Mujeres Clara Zetkin del PT-DF, nos sumamos a la indignación de la Sociedad Civil por el clima de violencia generalizado a lo largo y ancho del país, producto de la ingobernabilidad del Estado Mexicano y su fallida estrategia de combate al narcotráfico mediante la militarización y uso errático de la fuerza pública.
           
            Lo que más indigna a la población son los asesinatos de mujeres, niños y jóvenes, que año con año van en aumento desde el año 2006. Así mismo el hecho de que la  militarización del país ha permitido la persecución y encarcelamiento de muchos inocentes, quedando libres los verdaderos culpables y dejando impunes estos actos violentos contra la población civil.

            La defensa de los derechos de los pueblos originarios como San Salvador Atenco que fue arteramente reprimido por el gobierno de Vicente Fox, acción secundada por el gobierno de Enrique Peña Nieto, ha dejado una huella imborrable en nuestra memoria histórica y que a cinco años de distancia ha quedado sin resolver, aun están pendientes de resarcir los daños hacia las mujeres que fueron victimas de actos de violencia verbal, psicológica, física y sexual.
             
            Nos pronunciamos en solidaridad con este grupo de mujeres que de manera valiente hoy sigue exigiendo que estos atropellos a sus Derechos fundamentales no queden en la impunidad.
           
            Exigimos junto con ellas que se aplique todo el peso de la ley tanto a los ejecutores como a las autoridades intelectuales que tuvieron participación y responsabilidades en estos hechos.

            Digamos no a más derramamiento de sangre, no a más impunidad, no a más violación a los Derechos Humanos.
           


            ¡EXIGIMOS JUICIO POLÍTICO A TODOS LOS AUTORES INTELECTUALES Y MATERIALES DE ESTOS ACTOS COBARDES!