POR: IVÓN TAPIA
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También al hombre sufre de esta carga cultural ya que se le ha enseñado a deslindarse de todas las responsabilidades anteriores, inclusive a veces de sus propios hijos, pero eso si, los espacios laborales, públicos y políticos se le brindan con mayores oportunidades.
El empoderamiento de la mujer surge por algo similar, por que la mujer ha sido subordinada, discriminada e invisibilizada, tenido que llevar históricamente una opresión cultural, social, religiosa, familiar etc., con una discriminación a todo auge. Y su trato hoy en la actualidad aún no es equitativo, mucho menos igualitario.
En el sector público (la mayoría son hombres), y en la política (con la famosa cuota de género que aún no es equitativa en ningún partido político). Hablar de una verdadera equidad sería llegar a un 50% y 50% en candidaturas, pero no hemos llegado a tal punto, y en algunos partidos políticos aún se siguen ejerciendo ciertos favoritismos para imponer las candidaturas femeniles a su antojo, imponiendo candidatas que no cubren los requisitos que pide el IFE, omitiendo los verdaderos liderazgos y con esto violentando las leyes electorales (y por tanto los derechos humanos al hacer invisibles a mujeres: discriminación, sexismo, etc.) Y no hablemos de puestos estratégicos de dirección ya que son los mismos (principalmente hombres) quienes acaparan todo el organigrama, dejando las tareas o puestos de menor importancia y menos remunerados a las mujeres.
El empoderamiento de una mujer cubre diversos rubros y los principios consisten en tener una autoestima elevada (no permitir ningún tipo de maltrato, humillación o golpes por ninguna vía), tener la consciencia de ejercer su derecho a participar en los puestos que ella quiera representar (laborales, públicos o políticos).
La libertad de poder ejercer la religión que ella quiera, pertenecer a las instituciones que no le mermen su libertad y que le sigan llevando a la subordinación.
Sabedora de tener un sin número de habilidades. Los lazos de sororidad con otras mujeres son muy importantes para el empoderamiento de lo que se busca tener, ya que elevan su autoestima y brindan un poder que permite ejercer un liderazgo propio y llegar a la cúspide de todo lo que se desea y mermar la verticalidad de quienes se quieran oponer en su realización.
Cabe destacar que las mujeres somos las que tenemos menos créditos y menos oportunidades de vivienda y que los empleos que se nos otorgan son menos remunerados que los de los varones (esta desigualdad es a nivel internacional) y se ha ido pronunciando por la políticas neoliberales; véase el siguiente documento de la ONU: http://www.unifem.org/gender_issues/women_poverty_economics/
Para tener un empoderamiento pleno es necesario tener seguridad social la cual es omitida, inclusive para aquellas mujeres que tienen seguro social o popular ya que no hay especialistas en el ramo, o por no tener los aparatos elementales, entonces la mujer es más propensa a sufrir enfermedades de cáncer de mama y cervico uterino, las cuales se pueden detectar a tiempo, pero por negligencia muchas mujeres mueren.
Recordemos que la igualdad de género es un derecho humano fundamental y el empoderamiento es un asunto importante que nos concierne a todos los mexican@s para poder alcanzar un mayor crecimiento económico y dejar de ser un país paupérrimo, retrograda, sin empleos, sin oportunidades para nuestr@s jóvenes, sin esperanza de una vida digna para nuest@s ancian@s, niñ@s, etc. Y sobre todo que se deje de ejercer la violencia en todos los ámbitos para la mujer, erradicando por completo la violencia extrema: feminicidios.
“¿Por qué es importante enfocarse en la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer?
Hoy en día la mujer ha ido ganando terreno en todos los aspectos públicos, políticos y privados, tras una constante lucha que se remonta en tiempos históricos. Es imprescindible comprender que los estereotipos de género o roles sociales y sexuales que marcan al individuo desde antes del nacimiento son lastres muy pesados que vamos acarreando durante toda nuestra vida y que a la mujer y al hombre se han ido educando tanto en el seno familiar y en la sociedad de forma muy diferente. Es por tanto que la mujer históricamente ha cargado con más obligaciones que un varón y esto se ve desde nuestros hogares (cuidado de enfermos, cuidado de niños, quehaceres domésticos etc.).
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También al hombre sufre de esta carga cultural ya que se le ha enseñado a deslindarse de todas las responsabilidades anteriores, inclusive a veces de sus propios hijos, pero eso si, los espacios laborales, públicos y políticos se le brindan con mayores oportunidades.
Es muy difícil cambiar estos estigmas culturales, patriarcales y machistas a tal grado que la palabra “empoderamiento” causa un conflicto enorme de culpabilidad a las mujeres y terror a los varones.
La palabra EMPODERAMIERNTO data de principios del siglo XX, que tras tener una serie de guerras y de crisis mundiales, la gente se vio despersonalizada sin autoestima y sin un proyecto de vida, es entonces que surgen los sindicatos y los gremios, así las personas empezaron a tener sus propias decisiones en todos los aspectos de su vida.
Empoderamiento es el proceso que fortalece las capacidades, confianza, poder y análisis de los grupos socialmente excluidos y sus organizaciones para que puedan transformar las relaciones injustas y autoritarias de poder, elegir por cuenta propia y controlar sus vidas o situaciones.
El empoderamiento de la mujer surge por algo similar, por que la mujer ha sido subordinada, discriminada e invisibilizada, tenido que llevar históricamente una opresión cultural, social, religiosa, familiar etc., con una discriminación a todo auge. Y su trato hoy en la actualidad aún no es equitativo, mucho menos igualitario.
Para Marcela Lagarde: El empoderamiento es el conjunto de procesos vitales definidos por la adquisición o invención e interiorización de poderes que permiten a cada mujer o colectivo de mujeres, enfrentar formas de opresión vigentes en su vidas (exclusión, discriminación, explotación, abuso, interiorización, infidelidad o traición, incapacidad para…, depresión, auto devaluación, angustia por falta de oportunidades, medios, recursos, bienes, dificultades de salud, temor extremo, etc.)
Las mujeres han sido victimas de constantes vejaciones desde el hogar, por sus propios familiares, desde sus relaciones amorosas (golpes, maltratos, humillaciones, invisibilidad, violencias de todo tipo: físicas, psicológicas, económicas, patrimoniales, etc.) En lo laboral con la discriminación y la minimización de capacidades (no se le paga igual que a un hombre por el mismo trabajo realizado), el acoso sexual u hostigamiento (hasta ahora muy difícil de castigar).
En el sector público (la mayoría son hombres), y en la política (con la famosa cuota de género que aún no es equitativa en ningún partido político). Hablar de una verdadera equidad sería llegar a un 50% y 50% en candidaturas, pero no hemos llegado a tal punto, y en algunos partidos políticos aún se siguen ejerciendo ciertos favoritismos para imponer las candidaturas femeniles a su antojo, imponiendo candidatas que no cubren los requisitos que pide el IFE, omitiendo los verdaderos liderazgos y con esto violentando las leyes electorales (y por tanto los derechos humanos al hacer invisibles a mujeres: discriminación, sexismo, etc.) Y no hablemos de puestos estratégicos de dirección ya que son los mismos (principalmente hombres) quienes acaparan todo el organigrama, dejando las tareas o puestos de menor importancia y menos remunerados a las mujeres.
El empoderamiento de una mujer cubre diversos rubros y los principios consisten en tener una autoestima elevada (no permitir ningún tipo de maltrato, humillación o golpes por ninguna vía), tener la consciencia de ejercer su derecho a participar en los puestos que ella quiera representar (laborales, públicos o políticos).
La mujer tiene el libre albedrio de decidir sobre su propia historia de vida y cambiar de proyecto por otro si es que no la satisface. Consiste en saberse poseedora y dueña única de sus decisiones y de su cuerpo (si decide tener o no tener hijos, con quien y el momento indicado). El saber que ella es libre y que es un ente humano con todos los derechos exigibles.
La libertad de poder ejercer la religión que ella quiera, pertenecer a las instituciones que no le mermen su libertad y que le sigan llevando a la subordinación.
La mujer es una sujeta de primera, con los mismos derechos, con toda la libertad de expresión, ella puede ser emancipadora de cargas morales a cuestas si le viene en gana, con la libre convicción de tener lo que ella quiera tener, con la amplia conciencia de ser un ser capaz, con sentimientos, emociones, merecedora de amor y disfrute de una sexualidad plena.
Sabedora de tener un sin número de habilidades. Los lazos de sororidad con otras mujeres son muy importantes para el empoderamiento de lo que se busca tener, ya que elevan su autoestima y brindan un poder que permite ejercer un liderazgo propio y llegar a la cúspide de todo lo que se desea y mermar la verticalidad de quienes se quieran oponer en su realización.
La palabra empoderamiento asusta a los varones por que creen que se les van a quitar sus derechos a ellos, pero eso es erróneo. Lo que se busca es un verdadero cambio, una transformación económica con menos desigualdad y con mayores recursos y poder adquisitivo para tod@s.
Cabe destacar que las mujeres somos las que tenemos menos créditos y menos oportunidades de vivienda y que los empleos que se nos otorgan son menos remunerados que los de los varones (esta desigualdad es a nivel internacional) y se ha ido pronunciando por la políticas neoliberales; véase el siguiente documento de la ONU: http://www.unifem.org/gender_issues/women_poverty_economics/
Para tener un empoderamiento pleno es necesario tener seguridad social la cual es omitida, inclusive para aquellas mujeres que tienen seguro social o popular ya que no hay especialistas en el ramo, o por no tener los aparatos elementales, entonces la mujer es más propensa a sufrir enfermedades de cáncer de mama y cervico uterino, las cuales se pueden detectar a tiempo, pero por negligencia muchas mujeres mueren.
Recordemos que la igualdad de género es un derecho humano fundamental y el empoderamiento es un asunto importante que nos concierne a todos los mexican@s para poder alcanzar un mayor crecimiento económico y dejar de ser un país paupérrimo, retrograda, sin empleos, sin oportunidades para nuestr@s jóvenes, sin esperanza de una vida digna para nuest@s ancian@s, niñ@s, etc. Y sobre todo que se deje de ejercer la violencia en todos los ámbitos para la mujer, erradicando por completo la violencia extrema: feminicidios.
Todos los gobiernos de la región han ratificado la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer, y la labor del BID en esta área ayuda a sus países miembros a cumplir con sus compromisos con la CEDAW (por sus siglas en inglés). La igualdad de género contribuye a la reducción de la pobreza, da como resultado mayores niveles de capital humano para las generaciones futuras, y mejora la efectividad en el desarrollo de las inversiones públicas. Estudios realizados en la región de América Latina y el Caribe han demostrado que el aumento de la participación femenina en la fuerza laboral puede dar lugar a un crecimiento del ingreso per cápita y a la reducción de la pobreza. Además, las experiencias con las transferencias monetarias condicionadas (TMC) en Brasil, México y otros países de la región han demostrado que las mujeres dedican un mayor porcentaje de sus ingresos a la educación, la salud y la nutrición para el hogar, reduciendo así la transmisión intergeneracional de la pobreza.”
Así que la palabra “empoderamiento”, tenemos que añadirla y llevarla a cabo, en el futuro gobierno ideal de izquierda, para enaltecer la perspectiva de género, el por que género-empoderamiento van íntimamente ligados y la importancia del crecimiento económico, político, social y cultural de México también.
Creemos consciencia en nuestros padres, herman@s, hij@s, familiares, parejas, amig@s y ojala los viejos dirigentes estuvieran abiertos para tomar cursos de este tipo para concientizarlos y hacerles ver el valor fundamental de la reeducación y la deconstrucción de viejas costumbres.
